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Información, Cuidados y Consejos:

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Los Pieris son plantas de lento crecimiento con un porte cerrado y una silueta redondeada pero irregular. Si a esto le sumamos el inigualable atractivo de sus hojas lustrosas, perennes y de profundo tono verde, se obtiene un arbusto de gran interés no sólo como planta de jardín, sino también para balcones y terrazas. Las hojas de este tipo de arbustos son siempre lanceoladas y tienen los bordes finamente aserrados; en algún caso particular, estas hojas presentan matices o manchas blancas o cremosas.

Las flores, situadas sobre largas espigas, hacen su aparición al comienzo de la primavera para perdurar en sus ramas durante varias semanas. El tono normal de estas flores es el blanco o crema, aunque también las hay de color rosa, en tonos suaves y fuertes.

Los Pieris prefieren la sombra parcial. En regiones donde haya heladas es preciso protegerlos de los primeros rayos solares. 

Estos arbustos sólo prosperan en terrenos ácidos, nutridos con abundante materia orgánica, y que se mantengan húmedos todo el año. Una aportación anual de mantillo de hojas o turba ayudará a mantener ese nivel de acidez.

Dado su porte cerrado de silueta irregular, la poda es innecesaria.